jueves, 20 de noviembre de 2014

Cuidado con lo que “el corazón” te dicta hacer. Durante muchos años he sido testigo de muchos casos en los cuales en relaciones de noviazgo uno de los dos ha decido con el corazón y se ha llevado grandes decepciones. Yo mismo en algún momento de mi vida decidí con mi corazón, es decir en base a mis sentimientos y me tope con buenos golpes que me hicieron entender que hay momento en donde no debo decidir con el corazón sino con la cabeza. El termino decidir con el corazón, se refiere a que decidas en base a tus sentimientos, pero la realidad es que nuestro sentimientos son muy inestables siempre, hoy estoy feliz y mañana quizá este triste, hoy mi estado de animo es muy bueno y pueda que la próxima semana sea muy malo, hoy siento que esa persona es la mujer de mi vida y tal vez el próximo mes sienta que no lo es y es que no podemos vivir pensando que lo que sentimos es realmente lo que queremos. ¿Cuántas veces sentiste que amabas a alguien y que querías casarte con esa persona?, Ahora, muchos meses o años después de haber terminado esa relación, ¿Es realmente lo que querías?, quizá en muchos casos hoy nos damos cuenta que lo que en ese momento sentimos ahora ya no lo sentimos ni mucho menos lo hubiésemos querido concretar. Y es que nuestros sentimientos son engañosos y por esa razón no debemos decidir en base a lo que sentimos. La Biblia dice: “El corazón humano es lo más engañoso que hay, y extremadamente perverso. ¿Quién realmente sabe qué tan malo es?” Jeremías 17:9 (Nueva Traducción Viviente). No todo lo que sientes de parte de tu corazón(sentimientos) es lo que realmente quieres hacer o sentir. El amor es complicado cuando nos dejamos llevar solamente por los sentimientos y no por la razón, cuando la emoción le gana a la razón nos podemos llevar una gran decepción.


Hay relaciones amorosas que lejos de ser de bendición se vuelven dañinas y todo porque simplemente nos “dejamos llevar por lo que nuestro corazón siente” y no por lo que nuestra cabeza sabe que tiene que hacer.

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